
Entre murmullo respetuoso y nervioso, se plantaron en la sala de prensa los hijos secretos del funk, Doble V. Unos tíos sinceros, cautelosos y accesibles en el tú a tú, y sobre todo pacientes. En la rueda de prensa se colaron “informadores” que disparaban preguntas de fans. Música Commons aprendió una lección importante, por mucho que te importe o tengas idolatrada a una banda no puedes monopolizar los tiempos de preguntas. Sobre todo si es para cosas que no vienen al caso, pero bueno esto es sólo un país libre y esta es sólo una opinión.
Y cómo no hay un berrinche o una rabieta, que no se consuele con una caña en la mano nos pusimos a disfrutar de salud, pan y buenos alimentos de la mano del cortador de jamón Rosendo Mercado. Con su guitarra, a modo de cuchillo jamonero, repartió entre los asistentes al escenario Poliakov rock patrio cinco jotas. Del que tiene buen lustre, repasando toda su discografía desde los cantares de los irreverentes Leño a sus temas en solitario.
Después pasamos a ver la madurez de Mala Rodríguez encima de la tarima. Sabe afinar. Sabe dejarse la voz, como en el tema de su último disco, “33”, complementándolo con las envolventes melodías de sus antiguos trabajos como “Memorias del Futuro”. Es una gozada ver la evolución de esta artista, pues compagina sus clásicos con un nuevo sonido lleno de bases graves y bastantes oscuras, recordando su timbre de voz a la joven que colaboró con SFDK en “Una de Piratas”.
Del escenario Canna no nos movimos salvo para hacer un receso, tomar aire y buenas vibraciones con los el grupo Alboroise & Shegen Clan en el escenario del reggae. Puesto que queríamos destrozarnos los tímpanos con sonidos pesados y tochos como el grime y el dubstep, traído desde Londres con los Foregein Beggars. Muy recomendables para esas horas en las que se empieza a levantar el aire nocturno en Villarobledo y hace falta entrar en calor a base de mover el cuerpo con música electrónica.
Y el aire siguió corriendo con los instrumentos de viento. En el escenario Poliakov, Boikot, tocó casi todo el concierto acompañado de trompetista (el ska en Viña Rock es sinónimo de éxito) y reivindicando con sus letras cambios estructurales en la maltrecha sociedad en la que vivimos. Hasta invitaron al escenario a colectivos feministas puesto que el edil de empleo de Villarobledo, Andrés Martínez, recomendó a una desempleada que se metiese a puta para buscar trabajo. Grandes Boikot y grandes las mujeres, no se puede tolerar este tipo de comportamientos, propios de tiempos más grises.
Para cerrar la noche un poco más de otra lengua venida del latín. Desde el escenario Negrita, los italianos Talco levantaron el viento de Villarrobledo con su saxo y su trompeta bregando a las mil maravillas el día del trabajador y terminando por despertar el aire fresquito que corre en la noche de la primavera manchega.
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