En la mañana de ayer la recogida de nuestra pulsera de acreditación fue la primera toma de contacto con la impresionante organización del Viña Rock, en la que destaca el trato amable y dedicado con la genta, ya sean artistas, informadores o simplemente Viñarockeros.
Una vez avituallados, a la zona de prensa, patrocinada por la marca de Ron Negrita, el trasiego de equipos fotográficos, portátiles y refrigerios para todos los informadores empezó a hacerse patente. Es una gozada poder tener un espacio tan distendido y arropado para poder desarrollar nuestra humilde pero intensa labor. Sobre todo si bandas como La Pegatina te invitan a intercambiar opiniones acerca de su trabajo y la forma que tienen de gestionarlo. Para dentro de unos días transcribiremos las amenas y claras palabras de Rubén, vocalista de la banda.
Después del paso por la zona de prensa vino el meollo del festival. La primera banda que tuvimos oportunidad de disfrutar en directo fueron a los punkarras de Kaotico, con su directo eléctrico, potente y repleto de intensidad. Fue una verdadera liberación de adrenalina sobre todo por los pogos formados como consecuencia de sus ritmos descarados y sus letras cargadas de crítica social. Empezó a desabrocharse la correa del Viña y los cánticos se elevaban a himnos, subidos Reincidentes al escenario Poliakov. Aunque sigan pasando los años sobre ellos, canciones como “Rip Rap”,” La Cucaracha Blanca”, o “Jartos de Aguantar”, las cuales forman parte de la banda sonora de la historia del festival Viña Rock y es una alegría ver como a estos rockeros nacionalistas andaluces les sienta tan bien el paso del tiempo. Son como los viejos olivos jienenses de mi tierra que conforme se van haciendo más mayores dan mejor aceite todavía.
El punk más salvaje y visceral cambio de tercio y de escenario (al de Negrita) para que el baile y el cante alegre de La Pegatina, hiciesen las delicias de los más rumberos del festival. Resulta hasta alarmante la capacidad expresiva de los catalanes y lo bien que suenan los 8 instrumentos que posee esta banda al mismo son.
Respecto al Hip- Hop, por mucho que intente Monegros en captar la atención de los B- Boys la casa de este colectivo será siempre los escenarios de Villarrobledo. Mucho Muchacho abrió el baúl de los recuerdos liberando los versos de 7 notas y 7 colores. Por su parte Mala Juntera se ganó a pulso la corona del flow Andalusí. Cada día Zatu y Capaz se compaginan mejor en el escenario y supieron llenar de acento transparente andaluz el escenario.
Y esas fueron las primeras bandas que hemos disfrutado, nos quedan todavía dos días intensos por delante y vamos a ir chapando esto que vienen la Doble V a la zona de prensa.
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