El misticismo de Kase.O

Momo, RdeRumba y Kase.O durante el concierto.

La Copera de Granda, ha tenido la oportunidad de acoger la experiencia terrenal a la que se llega, cuando se produce la unión del alma con lo Sargado, gracias al éxtasis del maestro Javier Ibarra.  Acompañado por las reliquias en forma de vinilos de “R de Rumba”.

La lírica mística, tiene por objetivo conseguir la perfección a través del ejercicio del espíritu. Las vías que usa son las siguientes: purgativa, iluminativa y unitiva. Todos estos caminos, se recorrieron en la presentación del Círculo. Obra culmen del neomisticismo.

Javier exploró las vías de la siguiente forma:

• Vía purgativa: “Basureta”, “Guapo tarde” o “Triste”. En esa Trinidad de obras, Kase.o, se desnudó, abriendo el alma para purificarse de vicios y pecados. Estas oraciones, el público, las coreó al unísono, purgando por completo los fantasmas de Javier.
• Vía iluminativa: Una vez expiados los pecados, su espíritu empezó a radiar luz propia, dejando vía a libre al flow en temas como: “Repartiendo arte”, “Yemen” o “Esto no para”. Los destellos puros de Ibarra que nos tiene, ha tenido y nos tendrá acostumbrados el santo zaragozano, iluminaron la Copera.
• Vía unitiva: Y una vez franqueados estos dos caminos, ya solo nos quedaba la conexión con lo sagrado, creando el éxtasis en la sala, repartiendo amor para todo el respetable. Con “Mazas y catapultas”, “Mitad y mitad” o la ya conocida y tarareada hasta la extenuación “Cantado”.

Todos los que pudimos asistir a este acto religioso, tuvimos la oportunidad de confirmar nuestra fe en esta religión maña. También nos queda esperanza. En el seminario zaragozano hay un nuevo pupilo, Momo, que gracias a sus “Píldoras” o “Fuerza y corazón” dará mucho que rezar en un futuro no muy lejano.

La devoción por Javier entre el público se hizo palpable, gracias al Círculo y a sus temas consagrados como “Javat y Kamel”, “Tarántula”, “La cúpula” o “Pura droga sin cortar”. Para despedirse de todos sus seguidores, dejó un consejo: “Cuanto más amor das mejor estas”. Y debemos empezar por la cosas más pequeñas, ahí es donde reside la verdadera pureza. Cuidemos de nuestra familia y empecemos por visitar a nuestros mayores.